Sharanahua
El grupo sharanahua consta de tres subgrupos: sharanahua, mastanahua y marinahua. El sharanahua y el marinahua son dialectos estrechamente emparentados; el mastanahua es muy distinto. En las comunidades cualquiera de los subgrupos podría ser dominante.
La primera mención de los sharanahua data de principios del siglo diecinueve. La historia anterior del grupo es incierta. Cuando entraron en contacto con el mundo de afuera vivían cerca de las cabeceras del río Tarauaca en el extremo suroeste del Brasil. De allí se trasladaron a los ríos Alto Curanja y Alto Embira. Unos treinticinco años después se volvieron a trasladar al río Alto Purús en el Perú. Parece que salieron de su territorio porque otros grupos nativos y otros brasileños empezaron a arrinconarlos. Los buscadores de caucho a lo largo de los ríos principales del Brasil reclutaban a los nativos para obtener mano de obra. En algunos casos trataron de capturarlos y esclavizarlos. Los sharanahua resistieron y pelearon, no sólo para defenderse, sino para vengar a sus muertos y obtener las cosas que los intrusos tenían como cuchillos, machetes, hachas y armas de fuego.
Los sharanahua dicen que eran numerosos cuando vivían en el Brasil pero que el trato cruel del que fueron objeto por parte de los foráneos y la exposición a enfermedades durante la fiebre del caucho disminuyeron notablemente su número. Se calcula que durante la primera mitad del siglo veinte más del cincuenta por ciento del grupo murió por enfermedades como el sarampión, la gripe, la viruela, la fiebre amarilla, la tos ferina, la tuberculosis y otras que azotaron toda el área por décadas. Tuvieron, además, escaramuzas con sus enemigos tradicionales, los yaminahua y los culina.
En 1945, cuando los sharanahua se establecieron cerca del Alto Purús, no encontraron otras comunidades nativas en los alrededores. Esto probablemente se debió a que los habitantes huyeron cuando los caucheros entraron a la región.
Tradicionalmente los sharanahua eran seminómadas que se trasladaban a lugares más ventajosos cuando los animales de caza escaseaban y las chacras ya no producían. Sin embargo, durante las últimas décadas se han vuelto más sedentarios. El principal recurso que les genera ingresos es la explotación de la madera.
La caza, la pesca y la agricultura de tala y quema son todavía la base de la subsistencia. Complementan la alimentación recolectando nueces y frutas de la selva, y huevos de tortuga de las riberas de los ríos durante los meses de julio y agosto. Los productos agrícolas principales son: yuca, plátanos de varios tipos, maní, frijoles, maíz y papaya. También siembran sandías a orillas de los ríos después de la estación lluviosa cuando los ríos bajan.
Las viviendas son construcciones simples con techo de hojas de palmera y pisos de corteza de la palmera pona. Muchas casas no tienen paredes. La gente duerme en hamacas tejidas a mano.
Como desean asimilarse a la cultura mestiza, los sharanahua han dejado muchas de sus costumbres, incluso las fiestas, la música y las danzas tradicionales. Aunque valoran su lengua materna, muchos hombres están aprendiendo a comunicarse en un castellano regional incipiente. Es una necesidad para relacionarse con el mundo exterior.
Los hombres se encargan de la caza, la pesca, la fabricación de canoas y cestos, la limpieza de terrenos para el cultivo y la construcción de las casas. También hacen arcos y flechas pero sólo los utilizan cuando se les acaban los cartuchos de escopeta. Las mujeres se encargan de cocinar, cuidar a los hijos, recoger leña, cosechar el producto de la chacra, hilar el algodón y tejer hamacas.
Desde 1953, los sharanahua han estado en contacto continuo con el mundo de afuera. Las comunidades tienen escuelas bilingües, y muchos han aprendido a leer y escribir en el idioma materno. En varias comunidades hay promotores de salud y de alfabetización para adultos. El Nuevo Testamento en sharanahua fue presentado en 1997. La traducción de porciones del Antiguo Testamento se publicó el 2003.